jueves, 23 de septiembre de 2010

Oda a la Manzana - Pablo Neruda.




A ti, manzana, 
quiero
celebrarte 
llenándome 
con tu nombre 
la boca, 

comiéndote.
Siempre
eres nueva como nada 
o nadie, 
siempre
recién caída 
del Paraíso:
plena 
y pura 
mejilla arrebolada 
de la aurora!
Qué difíciles 
son
comparados 
contigo 
los frutos de la tierra, 
las celulares uvas, 
los mangos 
tenebrosos, 
las huesudas 
ciruelas, los higos 
submarinos:
tú eres pomada pura, 
pan fragante, 
queso
de la vegetación.


Cuando mordemos 
tu redonda inocencia 
volvemos
por un instante 
a ser
también recién creadas criaturas:
aún tenemos algo de manzana.


Yo quiero 
una abundancia 
total, la multiplicación 
de tu familia, 
quiero
una ciudad, 
una república, 
un río Mississipi 
de manzanas, 
y en sus orillas
quiero ver 
a toda 
la población 
del mundo 
unida, reunida, 
en el acto más simple de la tierra:
mordiendo una manzana.